Manzanas asadas, mmmm… ¡me encantan! Éste es un postre que mi madre siempre ha preparado, un postre simple y fácil de hacer, que bien acompañado resulta delicioso. Lo solíamos acompañar con helado de vainilla o nata montada, aunque se puede jugar con los gustos de cada comensal. Particularmente, me las podría comer sin acompañamiento perfectamente, de hecho me gustan mucho solitarias.
El otro día me fui a comprar y había unas manzanas Golden que tenían muy buena presencia. Me llevé unas cuantas porque no pude resistirme. De camino a casa solo podía pensar en las manzanas asadas de mi mami, ¡cuánto tiempo! Es un delicioso postre que nos podemos permitir a diario si no le añadimos mucho azúcar y si no somos tan golosos de ponerle una graaaan bola de helado. Como os decía, me encantan simplotas, sin guarnición, ni mucho azúcar; así que iban a ser mi pecado dulce para un día de no-fiesta (procuramos no pasarnos entre semana…). Tenía la excusa perfecta, jejje, y es que no le había preparado manzanas asadas a mi chico, así que...plan redondo ;)
Manzanas asadas
¿Qué vamos a necesitar?
Manzanas Golden
Azúcar moreno
Moscatel de Teulada
Pasas y nueces
Canela molida
Un descorazonador de manzanas, si no queréis currar para quitar el corazón
¿Cómo las preparamos?
Calentar el horno a 180º.
Primero limpiamos bien las manzanas.
Seguidamente les sacamos el corazón con el descorazonador.
Las colocamos en la bandeja de horno, molde, fuente, etc. donde las vayamos a hornear.
Ahora les introducimos unas pasas y unos trocitos de nueces en el hueco del corazón.
Mojamos las manzanas con el moscatel, ayudándonos de una brocha de cocina.
Una vez mojadas las espolvoreamos con azúcar y canela. Al gusto del consumidor.
Introducimos en el horno aproximadamente una media hora, no estoy segura del tiempo, intento vigilarlas.
El aroma que desprenden no hace mas que hacerme perder la paciencia esperando para tomar una manzana recién asada, aun calentita…mmmm… riquísima!
me llevo la palma con la foto, lo sé, pero las demás son peores...
no se aprecian ni las pasas, ni las nueces, pero haberlas, haylas - no las llené-
no se aprecian ni las pasas, ni las nueces, pero haberlas, haylas - no las llené-
¿Verdad que es un postre sencillo? De preparar es bien fácil; con la perfecta guarnición para cada gusto puede ser un gran pecado ;)
Mi madre se ha pasado la vida cocinando, para la familia (que somos numerosa) y para el negocio que teníamos, pero ahora está muy vaguilla en la cocina -a no ser que tenga a mis sobrinos, amor de abuela, supongo-. Con lo que ha sido ahora me dice que no sabe hacer nada, que le haga pasteles y postres, jajaja. Como me queda un poco lejos para hacerle dulcecitos con frecuencia y ella ha sido la persona que más me ha enseñado a cocinar, esta entrada se la quiero dedicar a ella con todo mi amor:
Por ti mami, te quiero, guapa!
Besos